En la oscura noche de la ciudad, la llama de la pasión ardía en el corazón de Lucía, un espíritu libre y apasionado. Su vida estaba llena de momentos de éxtasis y de agonía, de risas y de lágrimas, pero siempre había una constante: su fuego interior, su Meche Candela.
Meche Candela era más que un título, era un estado de ánimo, un sentimiento que animaba a Lucía a seguir adelante, incluso cuando la vida parecía estar a punto de extinguirse. Era un recordatorio de que el amor y la felicidad estaban ahí, esperándola en cada esquina, pero también que la vida era una lucha constante, una batalla que debía enfrentar todos los días.
Su vida era un caos de coloridos personajes y situaciones, un mosaico de momentos que parecían no tener fin. Hay días en que el mundo parece girar en torno a ella, días en que la atención es su, días en que la emoción y la pasión se desbordan de tal manera que apenas puede contener la energía. Y hay otros días en que todo parece más tranquilo, días en que la melancolía se adueña de ella y la melancolía surge deocasion simple olvidos de uno o varios objetos,flu ser diferente ya.
Pero a pesar de estos altibajos, Lucía no se rinde. Es una verdadera protagonista de la historia que se enfrenta a las tribulaciones de la vida, porque ella es la meche que enciende la candela de la vida.