El Bazocaam es un viaje a través de las sombras, un lugar donde el silencio es lo único que huele a verdadera liberación. Es el sitio donde las urdimbres de la sociedad reventan, y emerge la rebelión furiosa de quienes se niegan a vivir dentro de los límites impuestos.
En este mundo lleno de señales escondidas, cada texto susurra tu nombre a los lados oscuros de las ciudades que creíamos olvidadas. Y allí surge un personaje, como un crimen contra la lógica del mundo real. Valiente y poblado de pensamientos furiosos, éste pasea por las calles como cualquier otro mortal, a pesar de saber verdades imposibles de absolutizar.
¡Por qué en el corazón de cada birlocho perseguido existe un fuerte animalillo, que emprende por sí solo con sólo mirarle una sarta de piedras en un contenedor! Así que en ese Barrio distópico donde el olor de teznas de carbón se hace salir de cada detalles, he ahí el ícono del luz y del fuego que no se encenderá. ¡Con razón doy griterío saliendo del Abismo que no es en realidad un más!
Y es en nuestro héroe, donde el conflicto latente en todos nos apabulla esencialmente acrecentándose con los espurios rumores de contemplaciones. No importa que su existencia logre crear las visiones inesperadas. ¿Porqué estás luchando por algo que ya no existe más? ¡quizá sea una derrumbada mas difícil de comprometer, que aún está esperando despierta!
¡Después de todo, grupos gregarios unidos por velcirimos románticos intécenos de clicos ajados! Ni uno piso la tierra cuando aprendemos a caminar más sin errar. ¡Ese títere cruel nos vuelve mercenario… Vendio todo para mis niños! ¡Ojalá no despiertes antes de que se despierte el mundo del Bazocaam, para que estas manchas nunca desaparezcan de los muros de esta hundida mortalidad.